domingo, 10 de noviembre de 2024

 Artículo en Rebelión   de Pedro Luís Angosto

2-3-2009

 

No tengo empacho alguno en declararme ateo, materialista y anticlerical. Soy ateo no por decepción, sino por convicción. Jamás esperé nada del mito, nunca creí en milagros, ni siquiera en algunos tan festivos y jocosos como ese que dicen obró Jesús de Galilea en una boda convirtiendo el agua en vino para regocijo de todos sin que el Espíritu Santo recibiese el preceptivo aviso: Ojalá él y sus seguidores se hubiesen dedicado exclusivamente a eso, a convertir el agua en vino, las balas en besos, la ambición en solidaridad, al menos en los cuentos, en los propósitos, en sus prédicas. No creo en Dios, ni creo que los hombres necesiten a Dios para nada, salvo los medrosos, los apocados, los que nada esperan de esta vida o los que sufren desgracia tras desgracia y en su desesperación se entregan al cielo con la esperanza del consuelo o de una vida mejor después de la muerte. A estos los respeto, los comprendo y los quiero. Nadie nace ciego por voluntad propia.

 

Sin embargo, estoy convencido de que Dios y sus amigos si necesitan a los hombres, desde el principio, desde que el Verbo se hizo carne, incluso desde4 antes, cuando el hombre desnudo veía salir el sol y llegar la noche, cuando contemplaba el furor de las tormentas y los vendavales, el desbordamiento de los ríos, el rugir de los volcanes, los deshielos y las sequías pertinaces, cuando el más fuerte, no el más evolucionado ni el mejor ni el más bueno, cambió el miedo humano a las leyes de la física, por el miedo a las fábulas imponiendo castigos y recompensas a capricho. No, no creo en Dios, me importa un bledo su existencia, inexistencia o evanescencia, su poder omnímodo, su maldad o su bondad, su infierno y su cielo, sus vírgenes y sus santos, sus iglesias, sus predicadores, su forma líquida, etérea, sólida, gaseosa, antropomorfa o mineral, lo que dicen que dijo a Moisés, a Abraham, a Mahoma o a Monseñor Escribá de Balaguer antes de subir a los altares o tener calle en Zaragoza: Si los hombres –unos pocos, quienes lo hicieron del barro- no lo hubiesen querido, Dios no habría nacido, ni las guerras, ni los cruzados, ni los alcabaleros, ni los diezmos, ni las tercias, ni las conquistas, ni los cristianos, ni los católicos, ni los presbiterianos, ni los taoístas, ni los budistas, ni los musulmanes, ni los judíos, ni la inquisición, ni los talibanes, ni la Santa Cruzada española, ni los adoradores del dinero, ni los gudaris sanguinarios, ni los torturadores de toda laya, ni los legionarios de Cristo, ni el Opus Dei, ni la madre que los parió.

 

Todo es obra del hombre, del hombre perverso, del hombre en estado de corrupción pura, que no es otro que aquel que promueve y otorga carácter inmutable a un sistema que se basa en la explotación del hombre por el hombre, que esparce la muerte por toda la faz del planeta con una sonrisa en los labios, que destruye la naturaleza a sabiendas de que no le pertenece, que inventa espejismos para dormir a los que han sido dormidos con tantos cuentos que ya no tienen resuello ni siquiera para bostezar y encuentran placer y consuelo en el sueño eterno de los espejismos inacabables, inabarcables, inaprensibles.

 

¿Qué aporta la idea de Dios a los seres vivos, inteligentes o no, racionales o no? ¿Qué les ha aportado además del miedo, de la esclavitud, de la explotación, de la guerra, de la muerte, de la extinción, del odio, de la intransigencia, de la violencia, del fuego, de la mentira esencial, de la castración mental, del arriba y abajo, del capitalismo salvaje y destructor, de la ceguera y la resignación? Nada, absolutamente nada. Cuando el hombre inventó a Dios, no lo hizo pensando en el bien de sus semejantes, sino en dominarlos, en ponerlos a su servicio, en atemorizarlos hasta extremo tal que difícilmente osaran contestar, desobedecer, rebelarse. Los hombres esclavos, los hombres castrados por siglos de terror, cegados por el invento divino y dirigidos por quienes llevaban a Dios en una mano y en otra la espada, construyeron pirámides descomunales en vez de casas decentes; saquearon campos infinitos cultivados por seres resignados para levantar templos inmensos que acrecentaran aún más el miedo a lo sobrenatural, a lo desconocido, a lo incierto; invadieron países, crearon imperios, saquearon suelos y subsuelos, blandieron la espada y la maza, el cañón y el misil, para defender los privilegios de los que eran enterrados bajo los altares; se batieron contra el liberalismo, contra la democracia, contra el socialismo, contra la emancipación del hombre, contra la libertad, contra la justicia, contra la igualdad, contra la fraternidad, contra la Razón.

 

No, Dios no existe, pero ha sido, es muy rentable para la “buena gente”, para los que no tuvieron ni tienen reparo alguno a la hora de clavar mil puñales en la espalda del prójimo, y del mundo entero, con tal de quedarse con la hacienda, con tal de que los otros aprendan como fueron, son y serán las cosas. Dios no existe, pero de su nombre y en su nombre viven miles de cuervos negros y de todos los colores, cuervos con tirabuzones, cuervos tonsurados, cuervos rapados, cuervos con turbante, elegantes cuervos con traje de Armani, cuervos que disponen la vida y la muerte, que juegan con la enfermedad, que reparten el pastel quedándose con la mayor parte de él. Y por eso, y por otras muchas cosas que contar no quiero, soy materialista, porque creo que ningún hombre debe ser menos que otro, que todo ser humano debe poder satisfacer sus necesidades fuera de la esclavitud, con un trabajo digno, limitado, seguro y adecuado a su personalidad que le permita vivir en libertad, cultivar su sustancia intelectual, sensorial y sentimental, educar a sus hijos en el saber humanista, en la solidaridad, en el amor a la naturaleza, en el desprecio hacia los explotadores, los estraperlistas y los carroñeros; porque creo que la vida no es una carrera de locos que corren hacia ninguna parte, que no estamos aquí para competir unos contra otros, a costa de otros, sino para disfrutar de la belleza y paliar el dolor, propio y ajeno, para mandar al carajo los escritos sagrados y sus amenazas insolentes y despiadadas; porque creo en la justicia terrenal, en una justa y obligada distribución de la riqueza que posibilite a todos, morenos o blancos, negros o amarillos, arios o gitanos, capacitados o discapacitados, tontos o listos, guapos o feos –ningún mérito tiene lo que viene con uno al nacer- ser felices sin aspirar a tener más de lo que la decencia y la buena educación aconsejan; porque pienso que las flores no se cortan, se miran, y si se cortan para hacer un bonito ramo de flores, no se entregan a los muertos, sino a los vivos; no se ofrecen a los santos a cambio de una parcela en la tierra o en el cielo, sino a un amigo o a un desconocido que pasa por nuestro lado. Soy materialista, en fin, porque estoy plenamente convencido, tanto como el más ciego de los creyentes, de que es aquí, debajo del sol, las estrellas y las nubes, junto al mar y las montañas, rodeado de árboles y animales, donde el hombre tiene su casa, su única casa, una casa de la que apenas ha construido los cimientos, una casa que no le pertenece y que ha de cuidar con todo el esmero del mundo para legarla más bella a quienes la habiten después. No hay oraciones que valgan, no sirven los sermones ni las parábolas mansas, la tierra nos llama, nos llaman los hombres que pasan hambre y necesidad, apelan a nuestra conciencia los desheredados, los desplazados, los marginados, los que nunca supieron del esplendor sobre la yerba ni la gloria de las flores. Es aquí, en el solar que piso, que pisamos, donde podemos construir el paraíso, sólo hace falta poner manos a la obra, prescindiendo para siempre del mito, de quienes lo inventaron y sustentan para que todo siga igual, como Dios manda.

 

Y por eso, y termino pacientes lectores, soy anticlerical, porque como decía el olvidado Atahualpa Yupanqui Dios es un capitalista al que gusta lo fastuoso y comer en la mesa de los ricos, al igual que a sus discípulos, predicadores y seguidores. Porque las iglesias, del tipo que sean, siempre estuvieron con los poderosos, siempre contra la libertad, siempre contra todo signo de progreso, siempre contra la voluntad del pueblo, contra su soberanía, contra su felicidad, amparando a explotadores, genocidas y tiranos; porque el clero dejó para ese Dios que inventó lo del más allá y decidió, sin ninguna duda, que su reino si era de este mundo, únicamente de este mundo y que este mundo era de su exclusiva competencia.

 

Cada vez que oigo a un cura inmiscuirse en las cosas que incumben a las personas normales, meter su hocico en lo temporal, intentar obstruir las leyes que el pueblo se quiere dar para mejorar su existencia o ponerle un final digno, pienso que no estamos tan lejos del hombre de Atapuerca, que hemos evolucionado poco, muy poco. Si fuese de otro modo, hace ya tiempo que la casta clerical habría desaparecido por su propio peso, por el peso de su patética y cruel historia.  https://rebelion.org/ateo-materialista-y-anticlerical/   2-3-2009


Mi familia valora el ateísmo, por Barbara Ehrenreich (abril de 2000)

Este artículo es una adaptación del discurso de aceptación del Premio a la Heroína del Librepensamiento de 1999, otorgado a la autora por la Fundación Libertad de Religión en San Antonio el 6 de noviembre de 1999.


En realidad, siempre he pensado que el argumento más poderoso contra la religión está al alcance de todos, todos los días, y es el diccionario de la lengua inglesa. ¿Se preguntan por qué? Bueno, busquen la palabra “religión”. No se molesten con la larga lista de definiciones. Lo interesante es que esta palabra “religión” es una palabra que tiene forma plural.

Piénselo bien. Si cada religión afirma ser la verdad revelada y hay más de una, se anulan mutuamente. Nuestro problema, por supuesto, es la religión cristiana o la versión peculiar de ella que persiste en los Estados Unidos hoy en día. Durante las últimas décadas, esta religión se ha ido infiltrando, como habrá notado, en cada vez más áreas de la vida.

Los deportes, por ejemplo. No soy un gran aficionado a los deportes, pero trato de no perderme la oración previa al partido de fútbol. Ahora, los dos equipos rezarán antes del partido, cada uno por separado en sus pequeños grupos, y ambos equipos presumiblemente rezarán al mismo dios. ¿Realmente se imaginan que este ser supremo, creador del universo, amo de las galaxias, está ahí arriba tratando de decidir si los Broncos o los Packers van a ganar hoy? Y si existe tal dios, ¿cómo podrían respetarlo?

La religión se infiltra en muchos otros ámbitos, como el patriotismo, por ejemplo. Es una vieja idea, la fusión del patriotismo y la religión. Por ejemplo, cuando yo era niño, pusieron la frase “bajo Dios” en el Juramento a la Bandera. Durante mucho tiempo no tenía idea de qué estaba pasando con eso. Cuando decían “una nación bajo Dios”, estaba seguro de que estaban diciendo “un perro asiático bajo”. Yo estaba totalmente a favor de eso. Sonaba bien.

Había otra cosa misteriosa para mí, cuando estaba en segundo grado, que era la idea de recitar el Juramento de Lealtad todos los días. ¿De verdad creían que si nosotros, los pequeños de segundo grado, no jurábamos nuestra lealtad todos los días y volvíamos a jurarla al día siguiente, en el medio nos íbamos a escapar y desertar hacia la Unión Soviética? ¿Pensaban que nuestra lealtad duraba exactamente 24 horas y luego había que renovarla de nuevo?

Luego se produjo la transformación de los padres fundadores, a quienes la Coalición Cristiana y sus secuaces suelen retratar como un grupo de cristianos auténticos y sólidos que fundaron esta nación, etc. Todos ustedes han oído eso. Casi no necesito recordarle a este grupo que esa invasión particular de la religión en nuestra historia no es cierta: los padres fundadores eran en su mayoría deístas, como sabemos, lo que significa que pensaron que alguna vez pudo haber existido un dios que puso las cosas en movimiento y luego simplemente se retiraron de la escena. En otras palabras, eran lo que hoy llamaríamos “ateos sin Dios” y fundaron este país. Necesitamos recordar eso.

Hay algunos ejemplos concretos: John Adams describió una vez toda la tradición judeocristiana como “la religión más sangrienta que jamás haya existido”. Por supuesto, estaba Tom Jefferson, que le aconsejó a un joven amigo: en tu pensamiento filosófico no olvides plantear la cuestión de si existe tal deidad. Luego estaba Ethan Allen (el héroe revolucionario), que escribió el primer panfleto anticristiano jamás publicado en Estados Unidos. Así que estos son los tipos que fundaron esta nación.

No se trata sólo de que la religión se haya infiltrado en el patriotismo. Quiero señalar un fenómeno muy similar, que es el intento constante de convertir el patriotismo en otra religión. Cada dos años, el Congreso aborda la cuestión de si se debe enmendar la Constitución de los Estados Unidos para impedir la “profanación” de la bandera estadounidense.

Esto mete a los miembros en todo tipo de problemas. Cuando empiezas a pensar, bueno, ¿cómo se profana una bandera?, eso es un gran problema. “Profanar” es una palabra muy religiosa. Pero luego la pregunta más importante es qué es una bandera estadounidense, porque hoy en día se puede encontrar la bandera estadounidense en casi cualquier cosa: camisetas, trajes de baño, ropa interior masculina, toallas. Así que discutieron seriamente, en los augustos pasillos del Congreso, si la ropa interior podía ser una bandera (alguien aquí podría estar usando una bandera). Luego también abordaron el tema de que tal vez deberían dejar que los estados decidieran si los calzoncillos tipo bóxer de los hombres eran banderas. Luego se atascaron un poco en eso y luego tuvieron que entrar en la cuestión de si los calzoncillos tipo bóxer se consideraban banderas en un estado, ¿deberían reconocerse como tales, presumiblemente mediante el saludo, en todos los estados? ¿Cruzas la frontera de un estado y de repente te encuentras con un grupo de Boy Scouts a tu alrededor en posición de firmes debido a tus calzoncillos tipo bóxer? 


Había otras cuestiones que podrían haber abordado. Puedo proponer algunas. Por ejemplo, la inquietante pregunta, dada la situación de la ropa interior con la bandera, de si los pequeños descuidos en la higiene personal cometidos por hombres que usan ropa interior con la bandera podrían calificarse como actos de profanación.

Este es el estado de ánimo actual en Estados Unidos. Por cierto, se aprobó el proyecto de ley de enmienda; se aprobó en el Congreso y se está avanzando en el sentido de que tendremos que adorar la bandera. Creo que había algo en el Antiguo Testamento sobre la idolatría, pero eso se ha olvidado hace mucho tiempo. Comenzaremos a adorar nuestras banderas.

No sólo se han fusionado la religión y el patriotismo, sino que la religión se ha infiltrado en las políticas públicas en forma de “valores familiares”. Siento cierta admiración por Jesús, el hombre que vino antes de Cristo, antes de que lo mataran y lo convirtieran en dios. Y es un auténtico oxímoron: la derecha cristiana, si piensas en algo que Jesús defendía. Pero ahí está, un oxímoron como “horario de las aerolíneas” o cualquier otra cosa: tenemos a “la derecha cristiana”.

James Dobson es un miembro destacado de la derecha cristiana. Dobson publica un boletín “pro familia” en Colorado Springs. Hace un par de años, su boletín me mencionaba (no lo leo, pero alguien me llamó y me envió por fax este número en el que aparecía yo). Allí me describían como alguien que había “dedicado su vida a la destrucción de la familia estadounidense” (¡No dan placas por eso, lamento decirlo! Quiero decir, si me hubieran dado una placa, tal vez me habría sentido de otra manera). Esto es así a pesar del hecho de que crié a dos hijos perfectos y mantengo un estrecho contacto con docenas de familiares en todo el país, algunos de los cuales son un poco molestos a veces, lo admito, pero nunca he tratado de destruir a nadie de mi familia.

Creo que la razón por la que Dobson piensa que estoy tratando de destruir la familia es que soy feminista, lo que muestra una idea interesante sobre lo que es el feminismo. Y la derecha cristiana tiene muchas nociones interesantes sobre el feminismo. Si nos remontamos unos años más atrás, a finales de los años 80, Pat Robertson envió un correo a los miembros de Iowa de la Coalición Cristiana. Y en este correo, que estaba en contra de la ERA, “explicó” los objetivos del feminismo: conseguir que las mujeres (1) abandonen a sus maridos, (2) maten a sus hijos, (3) derroquen al capitalismo, (4) se conviertan en lesbianas y (5) practiquen la brujería. ¡Esa es la agenda feminista! ¡Déjenme decirles que es una agenda agotadora! Simplemente traten de lograr una o dos de esas cosas en un día cualquiera. ¿Qué debo hacer primero: matar a los niños o derrocar al capitalismo? Es realmente difícil. (¿Hay alguna feminista aquí? Los hombres también pueden levantar la mano.) Mi pregunta para ustedes es, si son tan buenos en brujería, ¿por qué Pat Robertson no se ha convertido todavía en una ranita verde? Feministas: concéntrense en esos hechizos.

Para dejar las cosas claras, las feministas no intentamos “destruir la familia”. Simplemente pensamos que la familia era una idea tan buena que los hombres también podrían querer involucrarse en ella.

Está claro que ya no se trata de cuestiones partidistas. Los demócratas de hoy dan tanta importancia a la religión y a los llamados valores familiares como los republicanos. Tanto Gore como Bush han declarado en sus campañas su profunda y duradera fe cristiana. Ahora, si uno se presenta a la presidencia, es casi un requisito previo que haga una declaración sobre haber nacido de nuevo. Sabemos que Gary Bauer es muy firme en cuanto a los valores familiares: siempre que se mantenga alejado de esas reuniones diabólicamente tentadoras con sus ayudantes femeninas, le va bien. Por cierto, has estado siguiendo lo que le pasó a Newt Gingrich, ¿no? ¿Y qué está haciendo ahora? Se está divorciando de su vieja esposa, la esposa número dos. Y está cortejando a la número tres, una mujer mucho más joven.

Me impresionó mucho una cosa de Bill Clinton, un gran defensor de los valores familiares. Firmó la ley de reforma de la asistencia social en 1996, que puso fin de manera efectiva a la obligación que tenía esta nación de 60 años de ser miembro de los más pobres entre los pobres. En el momento en que la firmó, Monica Lewinsky trabajaba en la Casa Blanca y Dick Morris, el asesor presidencial que más impulsó la reforma de la asistencia social, estaba enredado en una relación de sumisión con una prostituta de Washington. Ahora bien, ¿qué hay en esa ley de reforma de la asistencia social? Una de las cosas que hay en esa ley es dinero destinado a brindar “educación sobre la abstinencia” a mujeres pobres solteras, alrededor de 100 millones de dólares para enseñar a esas pobres mujeres cómo vivir una vida casta. Siempre me he preguntado si tenemos esa cantidad de dinero para la educación sobre la abstinencia, ¿por qué malgastarlo en esas pobres mujeres? Hay mucha gente a la que se le deberían dar becas en la Casa Blanca.

Tengo que hablar un poco de mi familia. Hay una razón por la que en mi caso la constante vinculación entre Dios, familia y bandera me resulta inquietante, y tiene que ver con la historia de mi familia en particular. Soy atea de cuarta generación. Mis antepasados ​​librepensadores no eran miembros de la “élite liberal” a la que siempre se critica por ser antirreligiosa, y que tanto odia la élite conservadora actual. Mis antepasados ​​ateos eran mineros, trabajadores del ferrocarril, agricultores, trabajadores agrícolas. En su día habían sido personas religiosas, muchos de ellos católicos.

Se cuenta que mi bisabuela, una granjera de Montana llamada Mamie O'Laughlin, mandó llamar a un sacerdote cuando su padre se estaba muriendo. El sacerdote no quiso que lo molestaran (esto es Montana occidental, a finales del siglo XIX, el viaje habría sido peligroso). Y le envió un mensaje a Mamie diciendo que vendría, pero sólo si ella le pagaba una tarifa de 25 dólares, que era una suma enorme en aquellos días y muy por encima de los medios de mi bisabuela. Así que su padre murió sin el consuelo, cualquiera que fuera, del sacramento.

Un par de años después de la muerte de su padre, Mamie también estaba agonizante durante el parto a una edad demasiado temprana. Esta vez, un sacerdote se presentó sin que la llamaran para administrarle los últimos sacramentos. Buena mujer católica, ¿no? Mamie O'Laughlin, tenía que recibir los últimos sacramentos. Nunca había perdonado a la Iglesia por las circunstancias de la muerte de su padre. Así que cuando el sacerdote le colocó la cruz en el pecho, se incorporó, con su último impulso de fuerza, y la arrojó al otro lado de la habitación. Luego se tumbó boca arriba y murió.

Esta es la historia que me contaron cuando era niño para explicar cómo mi familia se había vuelto atea hace mucho tiempo. No tenía nada que ver con ir a lugares como Harvard o Yale y recibir todo tipo de educación superior en nuestras cabezas. Pero, como supe más tarde, mi familia no era nada especial. No me di cuenta de esto hasta que me hice adulto. Crecí pensando que éramos muy raros, que no había nadie así; yo soy el único que no va a clases de religión cuando te dan tiempo libre para eso los miércoles por la tarde en las escuelas públicas. Soy el único que no baja la cabeza para rezar. Pensaba que éramos simplemente extraños.

De adulta, descubrí que en Estados Unidos había una gran tradición de ateísmo obrero, no sólo en Butte, Montana, de donde procedía mi familia. A través de mis investigaciones, descubrí que en el siglo XIX había una vasta y en gran medida olvidada tradición de ateísmo obrero en Estados Unidos, normalmente llamada librepensamiento, y eso es bastante apropiado. Lo aprendí a través de los libros. Tuve que investigarlo en bibliotecas. Ese fue el momento en que descubrí mis raíces. Esas personas no eran mis antepasados ​​genéticos sobre los que estaba leyendo, pero encontré la tradición de la que provenía mi familia. Me di cuenta de que no era sólo parte de una pequeña familia extraña que no encajaba, sino que era parte de una tradición que había sido casi eliminada pero que se remontaba al menos al siglo XIX en este país.

En un tiempo se publicaron docenas de periódicos de libre pensamiento en todo Estados Unidos. El movimiento de libre pensamiento estaba muy vinculado a movimientos de cambio social de distintos tipos. En el noreste, el movimiento de libre pensamiento estaba vinculado al movimiento de los trabajadores de principios del siglo XIX, que fue uno de los progenitores del movimiento sindical. En el oeste, floreció entre los mineros y otros trabajadores mal pagados que se sintieron atraídos por los Wobblies y otros sindicatos a principios de este siglo.

En todas partes donde se encontraban librepensadores, también se veía gente que se involucraba en el sufragio femenino, en la abolición, que participaba en cuestiones como los sindicatos y otras luchas. Se trataba, en general, de gente pobre cuya desconfianza hacia los sacerdotes y los ministros formaba parte de su odio hacia los jefes y los banqueros. Su lema era, dicho en pocas palabras: piensa por ti mismo, porque quienes se ofrecen a pensar por ti suelen estar pensando en apoderarse de tu billetera. Ese es un tipo de escepticismo muy lúcido.

Esta es la tradición familiar de la que vengo y estoy orgulloso de reclamar como propia. Cuando lo menciono, a veces me miran raro, como si debiera ser una especie de nihilista degenerado y moralmente depravado. Esto se debe a que la visión religiosa común es que la religión es la única fuente posible de moralidad. Lo cual es una idea curiosa de la moralidad. Es decir, que no tiene sentido hacer el bien a menos que vayas a ser recompensado por ello algún día, después de que estés muerto, por supuesto.

Pero no fue así como funcionó en mi familia. Mi padre era un ateo de línea dura. Yo no soy tan de línea dura como él. Solía ​​leernos a Ingersoll los domingos por la mañana; ese era un momento de calidad en familia. Él realmente creía en algunas de las cosas, como descubrí más tarde, que dice la Biblia; como que seremos juzgados por la forma en que tratemos “al más pequeño entre nosotros”. Él creía eso porque había sido uno de esos “más pequeños entre nosotros” en su vida.

Aquí hay una extraña historia de mi bisabuelo John Howes, cuya primera rebelión contra la religión –me da un poco de vergüenza decirlo– fue orinar en el agua bendita antes del servicio de Pascua cuando era un joven católico en Canadá. Más tarde se mudó a Butte y pasó muchos años trabajando en las minas de cobre (es un trabajo muy duro, a todos los hombres de mi familia les faltaban dedos, era un trabajo miserable, vivían en la oscuridad y en un peligro extremo), y ahorró –mientras trabajaba en las minas durante esos años– suficiente dinero para hacer realidad su sueño de comprar una pequeña granja. La historia es que enganchó su carro y salió de Butte –adiós minas, me voy de aquí–. Se encontró con una mujer india y su hijo que estaban al costado del camino, necesitaban que los llevara y que, como le explicó esta mujer, no tenían dinero en absoluto. Entonces John Howes le dio todo el dinero que había ahorrado en todos esos años de minería y dio la vuelta y regresó a Butte y a su trabajo en las minas.

No puedo atribuirle ninguna filosofía existencialista a mi bisabuelo. No tengo idea de por qué hizo eso o qué pasaba por su mente, pero creo que la idea era que si no hay Dios o no hay evidencia de Dios y, ciertamente, no hay evidencia de un dios moralmente comprometido, entonces tenemos una gran carga moral que llevar. Si no hay un dios moral, entonces cualquier acción moral que se tome en el mundo debe ser realizada por nosotros. Así es como me criaron a mí y así es como criaron a mis hijos. Haz el bien no porque Dios esté mirando, sino porque ningún dios está mirando.

Hace unos años me sentí profundamente afirmado cuando me encontré con esta historia del Talmud. Según la historia, un rabino le aconsejó a alguien que estaba en serios problemas y necesitaba ayuda: No vengas a mí si quieres ayuda, busca a un ateo, porque un ateo no esperará a que Dios haga el trabajo.

Y esa es la base filosófica de mi propio activismo social. Dios, si es que existe, nunca ha mostrado un gran interés en detener las guerras, acabar con la pobreza, alimentar a los hambrientos, acabar con el patriarcado, el racismo o cosas por el estilo; por eso acabamos teniendo que hacer esas cosas nosotros mismos o no se hacen.

Como activista social, he llegado a conocer y respetar muchas tradiciones y personas religiosas. Me gustan los feroces profetas del Antiguo Testamento, que despotrican contra los ricos y los poderosos. Admiro la filosofía trascendente del budismo, que, debo señalar, es una filosofía completamente no teísta. Y soy fan de ese alborotador empedernido y vagabundo permanente, Jesucristo.

De hecho, creo que sería fantástico que ésta fuera una “nación cristiana”, suponiendo que alguien pudiera recordar lo que significó originalmente el cristianismo. Que no fue originalmente un programa para perseguir a los homosexuales, a los pobres, a los abortistas y a los maestros de la evolución. Fue un programa para la abolición del militarismo, la redistribución radical de la riqueza. ¿Nación cristiana? Bien, saquemos nuestras Biblias y probemos.

Recordemos el encuentro de Jesús con un joven rico que decía que seguía todas las reglas, los Diez Mandamientos, etc., al pie de la letra, y que por eso quería saber si ahora tenía derecho a la vida eterna. La respuesta de Jesús fue no, eh, eh, no has hecho nada hasta que hayas dado todo lo que tienes a los pobres y vengas y me sigas. Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Jesús luego continuó con su famosa observación sobre los camellos y las agujas y lo inútil que es para la gente rica tratar de escabullirse para entrar al cielo. Bien, está bien, tal vez los camellos eran mucho más pequeños en aquellos días y las agujas mucho más grandes, pero ese mensaje se repite una y otra vez en el Nuevo Testamento. Y no sólo en el peligrosamente liberal Nuevo Testamento. (No esperabas escuchar tanta escritura esta noche, ¿verdad?)

Ezequiel, en el Antiguo Testamento, explica que el pecado de los sodomitas fue que tenían orgullo y prosperidad, pero no ayudaban a los pobres y necesitados, aparte de cualquier sodomía que estuviera ocurriendo allí en Sodoma. Y luego está Amós, otro profeta que se dirigió a las mujeres ricas de Basán que “oprimen a los pobres, que oprimen a los necesitados... Vendrán días sobre vosotros en que os llevarán con garfios”. Eso es bastante fuerte. Imagínense unos garfios gigantes saliendo del piso de una bolsa de valores.

Ahora bien, ¿por qué los cristianos nunca se toman ese tipo de cosas en forma literal? Son palabras fuertes. Se repiten una y otra vez, de una forma tras otra, en la Biblia. Los cristianos toman la historia de la creación del Génesis de manera absolutamente literal. Un lunes por la mañana, Dios se levanta y decide crear un universo y tiene su horario habitual, trabaja todos los días excepto el domingo, etc. Eso es absolutamente cierto hasta el último minuto. Pero luego les preguntas sobre la instrucción de Jesús de vender todo lo que tienes y dárselo a los pobres y entonces, bueno, eso es una metáfora.

Ahora bien, ¿por qué los cristianos nunca se toman ese tipo de cosas en forma literal? Son palabras fuertes. Se repiten una y otra vez, de una forma tras otra, en la Biblia. Los cristianos toman la historia de la creación del Génesis de manera absolutamente literal. Un lunes por la mañana, Dios se levanta y decide crear un universo y tiene su horario habitual, trabaja todos los días excepto el domingo, etc. Eso es absolutamente cierto hasta el último minuto. Pero luego les preguntas sobre la instrucción de Jesús de vender todo lo que tienes y dárselo a los pobres y entonces, bueno, eso es una metáfora.

En muchos sentidos, supongo que todos encajaríamos mejor en esta sociedad altamente religiosa si hubiéramos adoptado algún tipo de religión organizada. ¿No sería inteligente, en lugar de llamarnos ateos, reunirnos con algunos amigos el domingo por la mañana, pasar el rato, tomar un café y llamarnos unitarios? No son malas personas; nosotros también podríamos hacer eso. Incluso podríamos construir edificios especiales y decir que ese es nuestro lugar unitario especial al que vamos los domingos por la mañana para nuestras cosas especiales. Después de todo, no es fácil ser elegido para ningún cargo público siendo un ateo “abierto” (me pregunto qué va a pasar con la carrera de Jesse Ventura). Ni siquiera los Boy Scouts nos quieren. George Bush dijo que no creía que un ateo pudiera ser un “verdadero estadounidense”. Conozco a muchos ateos y agnósticos encubiertos que van a la iglesia y repiten sus palabras sólo para poder ser “parte de la comunidad”. Eso es lo que me dicen. “No lo creo, pero quiero ser parte de una comunidad”.

Bueno, me alegro de ser parte de esta comunidad. A pesar de todo mi respeto por los teólogos de la liberación, los budistas, los activistas cristianos por la paz, etc., no hay forma de que pueda sumarme a sus religiones. Y no sólo porque sea demasiado escéptico y testarudo. En mi caso, hay otra razón por la que no podría hacerlo, y se llama valores familiares.

Les conté la historia de mi familia y lo hago en nombre de mis padres, Ben e Isabelle Alexander, ambos ateos, y de mis bisabuelos, Mamie O'Laughlin y John Howes y otros, y de mis hijos, ambos ateos, Ben y Rosa Ehrenreich. Estoy sumamente orgulloso de aceptar este premio de ustedes esta noche. Y sólo quiero agregar a esta lista de mis parientes –esto es algo familiar para mí– a mi prima joven, Alexandra Sibley Rundle, de 16 años, la hija de mi prima, quien apareció en el periódico de Ames, Iowa, la semana pasada como una de las pocas librepensadoras en su escuela secundaria y la única atea en su escuela secundaria en Ames, Iowa.

Quiero terminar diciendo que estoy muy orgullosa de todas estas personas que he mencionado. Por favor, guarden algunos premios a la heroína del librepensamiento para mi hija y mi prima pequeña; algún día se los van a ganar, porque ahora tenemos una generación más que se sumará a la larga estirpe de librepensadores, alborotadores y provocadores de mi familia. Y esos son valores familiares de los que debemos estar orgullosos.


Barbara Ehrenreich es una columnista de gran difusión ( TIME, The Guardian, New York Times Magazine, Atlantic Monthly, The Nation, Ms., Esquire ) y autora. Su último libro, Blood Rites: Origin and History of the Passions of War, fue calificado de "fascinante" por Newsweek. Sus otros libros han explorado la década de los 80, el imperio de la salud estadounidense, el ataque al bienestar social y temas feministas, incluyendo Witches, Midwives and Nurses: A History of Women Healers, coescrito con Deirdre English. También ha escrito una novela, Kipper's Game. Ha recibido numerosas becas y premios, incluyendo una beca Guggenheim, una beca de la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur y títulos honorarios. Ha impartido conferencias en cientos de colegios y universidades en este país y en el extranjero. Tiene una licenciatura del Reed College y un doctorado en biología de la Universidad Rockefeller.


 Juan Eslava Galán

escritor del género histórico, tanto de ficción como de no ficción.

 Encuentros digitales  / Elmundo.es  7-04-2009

Por favor, dedíquele unas palabras al Papa y a su visión sobre el preservativo... Gracias. Jordi   
Seré misericordioso: es un anciano obstinado que nunca ha desempeñado la menor tarea pastoral; un hombre de gabinete frío y poco caritativo cuyo reino no es de este mundo. En los salones vaticanos está muy alejado del dolor y de las miserias de África y del resto del mundo.   
Señor Eslava: ¿usted escribe para vencer o para convencer?   
No intento convencer a nadie y mucho menos vencer. En realidad soy un tipo solitario y descontento que escribo para llenar el tiempo. Nunca conseguía que me gustara el fútbol, los toros o la sociedad. Snif. 
 
Buenas Tardes, D. Juan. Como ex-alumno suyo, felicitarle por su exitosa carrera. Inolvidables sus explicaciones, allá en los 80, sobre la guerra de las Malvinas. En lo literario, como seguidor suyo ¿no cree que los españoles tienen excesiva fijación con el período de guerra civil y siguiente? ¿Para cuando un cambio de tercio, en el espacio o en el tiempo? Gracias. 
Siempre es agradable encontrarse con un viejo amigo que lo recuerda a uno con cariño. La Guerra Civil está de moda, lo sé y yo mismo he contribuido a ella con un libro. Creo que debemos superara, por supuesto. Pensemos que de las personas que la hicieron o la sufrieron no deben ser ni un cinco por ciento de la población actual de España. Lo malo es que los vencedores impusieron, además de su ley, su versión de la historia; después vino la Transacción (otros la llaman Transición) y los dos bandos consensuaron no hablar de aquello. Han pasado treinta años y el cadáver mal sepultado apesta. Estudiémosla sin apasionamientos y enterrémosla de una vez por todas... si nos lo permiten los pseudo historiadores que la están utilizando para servir a sus intereses políticos actuales. Un cordial saludo.
 
Qué es más urgente ¿explicar "El catolicísmo a las ovejas" o el "El no catolicísmo a los cernícalos"? 
Por supuesto explicarlo a las ovejas que andan muy erradas (sin hache, ¿eh?) tras el pastor que las trasquila. Los cernícalos son mucho más libres, piense que Dios, el que continuamente derrama los dones sobre sus criaturas, los ha dotado de alas.
Apreciado Juan, siempre te he admirado como escritor y tus libros son parte fundamental de mi biblioteca. Después de tanto tiempo, ¿qué hay que hacer para seguir siendo un tipo íntegro en este mundo de lobos?. Un abrazo. Raúl.  
Te agradezco que me consideres un tipo íntegro, pero debo confesarte que a veces he tenido que tragar sapos sin pestañear, como todo quisque. Mantener cierta decencia supone soportar de vez en cuando un aluvión de palos, como el que se está llevando mi último libro "El catolicismo explicado a las ovejas". También es cierto que hay muchas personas rezando por la salvación de mi alma inmortal. Vaya lo uno por lo otro. Lo que más duele es que muchísimos lectores me confiesen que se carcajean en cada página: yo creía haber escrito un libro de lo más serio.
 
Por mucho que la Iglesia sea una gran farsa, no cabe duda de que su influencia ha sido muy importante en la creación del mundo occidental, al igual que el mundo clásico, y de que la historia hubiera sido muy distinta sin su existencia. He vivido muchos años en África y el Cristianismo es, sin ninguna duda, la característica que mejor nos define en los países islámicos y animistas, por más que en mi caso me haya cansado de explicar que no todos somos cristianos. Nos guste o no, la historia es la que es y es absurdo ocultarla. ¿Cree usted verdaderamente que hubiera sido tan negativo reconocer estas raíces en la Constitución Europea? Le agradezco el esfuerzo que hace por ser imparcial y como lector de sus libros me pregunto también si nos podría avanzar algo de sus próximos proyectos. Gracias.   
Creo que el cristianismo es esencial para comprender la que podríamos llamar civilización occidental, por supuesto; pero los valores pretendidamente evangélicos ya se estaban imponiendo desde otras instancias (filosofía estoica y otras corrientes del pensamiento) cuando el cristianismo irrumpió como religión del Estado con el emperador Constantino. Desde entonces occidente ha evolucionado A PESAR DE el cristianismo o por señalar con mayor exactitud, a pesar de la Iglesia que en nombre de ese cristianismo ha sojuzgado, ha torturado, ha explotado, ha declarado guerras y perseguido libertades. Con la Ilustración occidente se liberó del yugo de la Iglesia (más o menos, algunos países como el nuestro, todavía lo sienten parcialmente) y desde entonces han avanzado los derechos humanos aunque a trancas y barrancas. Me parece natural y positivo que la Constitución Europea no hable de religión, que debe ser un asunto privado, en la conciencia de cada cual. Tenga usted en cuenta que existe una moral laica, o una ética si lo prefiere, que es la que debe orientar las leyes y normas de las sociedades libres. Las religiones deberían limitarse al ámbito estrictamente privado. Es mi opinión. Mis próximos proyectos incluyen extender la historia de la vida cotidiana de los españoles que inicié con "Los años del miedo" a todo el siglo XX. 
 
Es un libro Magistral. Lo mejor que he leido en Tealogia. ¿Podría decirnos cómo surgió la idea de escribirlo? Gracias. José Carlos.  
Nací en 1948 y me crié en la España nacionalcatólica de los colegios de monjas y de curas, de los ejercicios espirituales, del rosario diario, de la misa dominical obligatoria, de las terroríficas concesiones y del temor al Infierno por cualquier nadería. Cuando adquirí uso de razón comencé a `plantearme cosas, a leer sobre religión (me apasiona la literatura fantástica) y de ahí, sin casi advertirlo, nació ese libro.  
¿realmente cree que eso que usted hace es literatura?  
Uno intenta escribir para hacerse entender. No sé si eso será literatura, a lo mejor sólo es comunicación, al fin y al cabo el lenguaje es una herramienta que a mí me sirve para inspirar sentimientos positivos en el prójimo incluyendo como tales los que usted alberga al hacerme esa pregunta.

¿Cual es el motivo para hacer daño a las personas creyentes?  
¿Qué motivo tiene el médico para hacer daño al paciente cuando le pone una inyección? El buen hombre está convencido de que con su acción ayuda al paciente. También yo creo que con mi libro sobre el catolicismo, al que usted evidentemente alude, le haré bien a mucha gente. No es obligatorio leerlo: si uno es feliz siguiendo a los pastores del rebaño no tiene por qué perder el tiempo con mi libro ni con ningún otro. Cuando se posee la Verdad es mejor no desviarse tentando otros caminos. 
  
Hola Juan. Me gusta su manera de ver la Historia y me hubiese encantado que este último libro suyo hubiera salido hace 30 años y no ahora. Entonces hubiera sido valiente y además lo hubieran leído gente de todo tipo con ganas de saber. Siento decirle que su libro me parece un tanto oportunista al calor de las polémicas surgidas desde que el señor Rodríguez Zapatero se hizo con el poder, y dentro de la tendencia general del todo vale contra la Iglesia. No soy creyente y pienso que la Iglesia es una gran mentira pero me pregunto ¿Por qué ahora?. Gracias.  
Hace treinta años no tenía las lecturas ni las reflexiones que hoy me han permitido escribir el libro "El catolicismo explicado a las ovejas". En cuanto a su oportunismo en el momento de las polémicas Iglesia-Gobierno de Zapatero, tenga usted en cuenta que desde que uno escribe un libro hasta que lo entrega para que haga cola en la editorial en espera de su publicación suelen pasar varios años. Este libro lo escribí en tiempo del gobierno Aznar, estimulado por el tratamiento preferente e inconstitucional que el Gobierno dispensaba a la Iglesia. Cuando la editorial me avisó que lo publicaba revisé el texto y lo puse un poco al día para mencionar a Ratzy y algunos libros recientemente aparecidos.   
Hola Juan. Supongo que algún día las religiones desaparecerán totalmente de la vida pública y que no influirán para nada en el devenir social. Llegado ese momento y con sus conocimientos de la Historia, ¿cuáles cree usted que son los valores o defectos que la Iglesia cristiana ha inculcado en la sociedad española y que no desaparecerían tan rápido? Gracias. 
No creo que las religiones desaparezcan nunca: mucha gente las necesita. De hecho muchos que se han apartado del tradicional cristianismo andan metidos en astrología, new age, espiritualidad oriental y similares construcciones ideológicas porque necesitan creer en algo. A lo que legítimamente debemos aspirar en la sociedad laica es a que las religiones se mantengan en el ámbito privado, sin imponer sus criterios a toda la sociedad y sin mantenerse a cargo de los presupuestos generales del Estado. En cuanto a los defectos que la Iglesia nos ha inculcado creo que el principal es la hipocresía y la doble moral.
  
Me he preguntado muchas veces el motivo que pudiera tener un gobierno socialista, que intenta hacer ver que va en la línea de sacar la Religión de las escuelas, para haber hecho algo tan "revolucionario” como introducir además la enseñanza de otras religiones como el Judaísmo, el Islam, o la Iglesia Evangélica. ¿No le parece que esto es un paso atrás? ¿Cuál es su opinión al respecto? Gracias y saludos cordiales desde El Puerto de Santa María. 
Creo que la religión debe salir de las escuelas para impartirse en las parroquias. Si acaso podemos dejar una asignatura que sea cultura religiosa que informe al alumno sobre el contenido de las distintas religiones, no sólo la cristiana, como parte de su cultura general. Tal cosa ya existe en el currículum de los países avanzados. En Inglaterra se llama "Divinity". Por supuesto esa asignatura no deberían impartirla profesores que dependan económicamente de la Conferencia Episcopal aunque los pague el Estado, esa barbaridad vigente en España. 
 
Usted, que ha sido compañero de Alatriste, hubiera sido feliz viviendo en el siglo XVII, o en siglos anteriores? Quizás durante las Cruzadas?  Dios me libre de haber vivido en otra época. Por lo pronto llevaría cuatro años muerto (estoy trasplantado de riñón y gracias a eso vivo) Piense usted que Felipe II rey de medio mundo le sacaban las muelas sin anestesia, una comodidad que hoy está al alcance del obrero más pobre. Cualquier tiempo pasado fue peor. Estamos bien como estamos, aunque aún deberemos mejorar. Por cierto, ya que lo he mencionado. Déjenme hacer desde aquí un llamamiento a los lectores para que se animen a donar sus órganos para cuando ya no los necesiten. España está a la cabeza del mundo en donaciones, pero todavía no son suficientes: hay mucha gente esperando volver a vivir. Gracias.

Señor Eslava: Es un hecho evidente que muchos católicos son y quieren seguir siendo las 'ovejas' del Papa Benedicto, quien a su vez está encantado de ser el 'pastor'. ¿Qué otros rebaños tiene catalogados usted en el mundo en que vivimos? ¿Alguno se encuentra en peligro de extinción? ¿Y quién juega el papel del lobo?   
Me parece muy bien que muchos cristianos estén contentos con su condición y obedezcan las directrices de la Iglesia, siempre que no pretendan extenderlas a los que no pertenecemos al rebaño. Y lleva usted razón: otros rebaños son incluso peores en lo referente a libertades y agresiones a los derechos humanos, a pesar de lo cual gozan de más salud que el de la Iglesia. Enigmas del ser humano.  
Antes que nada, felicidades por su excelente libro. La pregunta es: ¿cree que la jerarquía de la Iglesia católica española es compatible con el sistema democrático? - gracias.   
Sí, es absolutamente compatible con el sistema democrático siempre que se la mantenga en el ámbito privado que le corresponde y no se le consienta que intente imponer sus particulares criterios contra las leyes libremente votadas en un Parlamento democrático.  
çSi estuviera en su mano 'castigar' al Papa por su metedura de pata al opinar sobre los preservativos y el SIDA, ¿cuál sería su castigo?  
Yo nunca castigaría al Papa, todo lo más le reñiría cariñosamente, le diría: ¡Pero hombre de Dios, qué cosas se le ocurren! Yo disculpo su obcecación en esta materia: cuando era joven no existía el riesgo del SIDA, todo lo más unas leves y molestas purgaciones 
 
Juan, ¿crees que la izquierda manipula la visión de la Historia de España y de la realidad del Islam en un intento de atraer el voto magrebí en un futuro no muy lejano? Salvador. Almería 
Los políticos siempre manipulan la Historia sean de izquierdas o de derechas. Ahora nos intentan convencer de que en la península medieval hubo convivencia de culturas: totalmente falso, sólo hubo coexistencia y el que detentaba el poder abusaba del más débil. Lo he explicado más extensamente en mi libro "Califas, guerrero, esclavas y eunucos". Por cierto que lo mejor de ese libro son los apéndices aunque no sean míos.

Sr Eslava. Acabo de leer su libro y tengo tres cuestiones que me gustaría me aclarara: 1ª Se limita a enumerar los milagros de Jesús pero no da una explicación amplia de cómo interpretar esos milagros desde el punto de vista de la razón. 2º Es posible que Jesús andara con zelotes pero a mí me parce difícil clasificarlo como tal. 3º Por qué cree que era fariseo  
Los enumero simplemente y no los juzgo porque me parecen leyendas. Creo que era un señor como otro cualquiera, sin capacidad para alterar las leyes de la Naturaleza, por otra parte inamovibles y dictadas por Dios (lo que encierra cierta contradicción). La moderna crítica bíblica lo señala como zelote, o sea patriota que aspira a la independencia de Israel (en mi libro explico autores y fuentes) y evidentemente era fariseo en el noble sentido del término,. Cuando Jesús los llama sepulcros blanqueados se refiere a los que fingen una religiosidad que no sienten. Esto sería aplicable a muchos cristianos ¿verdad? Jesús era un judío devoto que aspiraba a purificar la religión mosaica. Fue san Pablo el que inventó el cristianismo. 
  
Mi pregunta es obvia: ¿Se considera Vd. católico?   
Yo me considero agnóstico, pero la Iglesia me considera católico porque me bautizó.  
¿Hasta qué punto permanecen algunas reminiscencias del nacionalcatolicismo en la actual sociedad española?
  Ha visto la ira de los obispos contra las leyes laicas? Ahí lo tiene usted.  el catolicismo se parece en algo a la mafia ?i se refiere al uso de turbios procedimientos para conseguir sus fines, sí, guarda algún parecido, pero yo no lo llevaría más lejos. Seamos piadosos con la Iglesia.   
Saludos, escuché algunas opiniones suyas en la serie radial Otro Dios es Posible sobre la Sábana Santa. Si tan cierto parece que la reliquia "es una pedazo de tela en la que un timador del siglo 14 estampó el dibujo de un cadáver diciendo que era el sudario que envolvió a Jesucristo" ¿Por qué la iglesia se mantiene en hacernos creer que es real?    
Creo que la Iglesia jamás ha dicho que sea real, simplemente hace la vista gorda cuando la secta sindonológica lo afirma. La Iglesia permite que se venere o adore lo mismo que permite que se veneren esculturas de madera o piedra que representan a Cristos , Vírgenes o Santos.
   
Buenas tardes, me considero un "seguidor" de su obra y tengo que agradecerle los buenos momentos que me ha proporcionado la lectura de sus libros. Actualmente, estoy leyendo su libro "El catolicismo...." y me parece una obra, como todas las suyas, de máximo interés. Mi pregunta es la siguiente: hasta el momento (p.388), he notado la falta de cualquier referencia a los misioneros (religiosos/as) que prestan su servicio en comunidades/países donde también ayudan las ONG. ¿Qué opinión tiene de esa parte de la Iglesia? También me gustaría que en alguna de sus próximas obras tratara el tema de la POLÍTICA y sus derivados, como negocio/tinglado parecido al catolicismo. Gracias.   
En mi libro sólo hablo del componente doctrinal del cristianismo, especialmente el católico y no hago historia moderna de la Iglesia. Admiro la labor de muchos misioneros en el tercer mundo como admiro la de muchas ONG's que sin ser religiosas realizan una gran labor asistencial. Estoy convencido de que las jerarquías superiores de la Iglesia (curia vaticana, etc) utilizan la labor de esa infantería pobre y entregada de la Iglesia para blanquear su imagen y acallar sus conciencias. NO descarto escribir en el futuro algo sobre política. 
 
Señor Eslava. Imagine que Jesucristo hubiera renacido hace 30 años, y exactamente hoy empezara a predicar como inicio de su "vida pública". ¿Que cree usted que diría? ¿Y al ver el Vaticano?   
¿Usted cree que Ratzy y la curia vaticana le iban a consentir que les hundiera el negocio?   
¿Porque la iglesia no nos deja apostatar?   
Usted forma parte del número de los católicos españoles que la Iglesia esgrime para sacar subvenciones del Estado. 

Después de leer su libro "Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie", le confirmo que no me gustó porque, en mi opinión, el libro no es tan imparcial como cabría deducirse del título, sino que tiene un clarísimo sesgo en favor del bando Republicano y no cita graves hechos a incluir en el "debe" de dicho bando, hechos que sí citan autores como Martínez Reverte. Por favor, intente convencerme que su nuevo libro no es tendencioso y dígame porqué motivos debería leerlo. 
Hice lo posible por hacerlo imparcial citando, por ejemplo, barbaridad cometidas por uno y otro bando. LO que es difícil de camuflar es que fue un golpe de Estado militar contra un gobierno legalmente elegido en las urnas. Los datos no son opinables. En cuanto a mi nuevo libro échele un vistazo en cualquier librería y juzgue usted mismo si es tendencioso.

¿Se atrevería el Sr. Eslava a hacer lo mismo con el Islam? Es fácil criticar y ofender al catolicismo, al Islam no se le critica ni ofende, por si acaso. ¡Ánimo valientes!  Yo soy católico, bautizado y educado en el catolicismo y bastante mediatizado por él a lo largo de mi vida. Tengo todo el derecho a opinar puesto que pertenezco al club. La pregunta sobre el Islam es muy inteligente, pero podría haberla mejorado preguntándome si me hubiese atrevido a escribir este libro cuando existía la Inquisición (que mató a los herejes hasta 1823). La respuesta es: NO, no me abría atrevido por temor a que me mataran como mataron a Cayetano Ripoll (la última ejecución en España). Otra posible pregunta podría haber sido: ¿Cree usted que la Iglesia seguiría abusando de la sociedad española y asesinando a los disidentes religiosos si la sociedad civil no le hubiera arrebatado hace dos siglos la potestad de perseguir y de matar? La respuesta en este caso es: No lo sé, señor mío. Habría que preguntárselo a Rouco, el bondadoso pastor de seráfica expresión que nos apacienta.

Recuerdo un artículo de Rafael Sánchez Ferlosio en el que atacaba a los provocadores por provocar. ¿No tiene miedo de haberse convertido usted en uno de estos? En alguien que realmente no aporta nada sino que utiliza la provocación para vender más   
¿Es usted oveja? ¿Respira por la herida? ¿Piensa que cuando Rouco arremete contra las leyes votadas por el estado democrático es un provocador?   
Acabo de leer Historia de España contada para escépticos, ¿cuál es tu opinión sobre la monarquía borbónica en España?   
Hay un dicho jurídico latino que establece que nadie `puede ceder lo que no es legítimamente suyo. Franco llegó al poder mediante ilegítimo golpe de Estado y luego cedió ese poder al rey don Juan Carlos. No sé si me explico.   
Mi pregunta no tiene que ver con su nuevo libro, pues todavía no he tenido la oportunidad de hacerme con el. Sin embargo ahí va mi pregunta: ¿creé usted que algún día la derecha de este país dejará a un lado a la Iglesia para comportarse como una derecha como "Dios" manda? Un saludo    
Estoy seguro de que la derecha acabará desligándose de la Iglesia. Le va la supervivencia en ello.
  
Buenas tardes, ¿es usted consciente de que hace mucho daño con su libro? ¿Es necesario que en la solapa del libro, quizá sea cosa de la editorial, pretendan acabar con las donaciones a la iglesia con todo el bien que hace? Me parece irresponsable y mezquino.  
Siento haberlo ofendido. No he escrito el libro para hacer daño a los que tanto daño hacen sino para iluminar a las ovejas descarriadas que perdieron su pastor. Lo de la solapa no es cosa de la editorial sino responsabilidad mía. Tendré que comprobarlo, pero yo creo haber escrito que el libro persuadirá al lector a marcar la crucecita en la declaración de la Renta, no lo contrario. 
¿puede su libro ayudar a ser mejor católico?  
Algunos lectores católicos me lo han elogiado. Quizá les haya iluminado el camino al tratarlos como personas dotadas de raciocinio y no como ovejas.  
Hola Juan: ¿Crees en -algún- Dios y religión?  
Ya dije más arriba que soy agnóstico. 
Juan, ¿Es posible que gran parte de los traumas psicológicos actuales se deban a conflictos creados por esa antigua y profunda moral católica? Me gustaría saber su opinión. Muchas gracias  
Sí, mucha gente está traumatizada debido a su educación católica. NO es nada nuevo. Eso ha ocurrido siempre y sigue ocurriendo. En algunas de sus variantes el catolicismo opera como una secta destructiva, no es ningún secreto



Entrevista a Juan Eslava Galán

 

Nuevo libro: «Dios es una invención humana»

El novelista e historiador desmonta con erudición y humor los mitos y leyendas del Antiguo Testamento en 'La Biblia contada para escépticos'

 

José Antonio Guerrero / 17 septiembre 2020

 

 

A las nueve y veinte de la mañana, cuando se inicia esta entrevista telefónica, Juan Eslava Galán lleva cinco horas al pie del cañón. Se ha levantado a las cuatro y media de la madrugada («cuando me suelo despertar») y se ha entregado, sin sacrificio alguno, a la escritura, lo que permite entender la envidiable capacidad de trabajo del novelista jiennense (Arjona, 72 años) y su prolífica obra, a un paso del centenar de libros. La más reciente añade otro título a su colección de historias para escépticos, aunque en esta ocasión Eslava se ha metido en un jardín más espinoso del habitual al atreverse a diseccionar, en tono crítico y humorístico, la Biblia, nada menos que la palabra de Dios revelada y uno de los grandes pilares de la civilización occidental, por no decir el fundamental. Además de los clásicos (Yahvé, Adán y Eva, Caín y Abel, Abraham, Moisés, David, Salomón y sus 700 esposas, el Arca de Noé…), Eslava aborda otros cientos de personajes, de Jezabel a el santo Job pasando por Judit, «una viuda resultona, acomodada y moralmente intachable» en pequeños capítulos didácticos, como es su costumbre, y ágiles de leer. Agnóstico confeso, el también historiador se ha centrado en 'La Biblia contada para escépticos' (Planeta) en el Antiguo Testamento, pero aquí también habla del Nuevo (en un plazo prudente habrá una entrega de éste) abriéndonos los ojos a ciertos episodios dados por reales.


-Dice que la Biblia sostiene la civilización occidental… ¿qué sería el mundo sin la Biblia?

-La mitad de las obras de arte de la humanidad, iglesias, catedrales, cuadros… están inspirados por la Biblia, que además es la base de las tres religiones monoteístas que ocupan el mundo. Es el libro más editado y el más vendido, aunque no diría que el más leído. No hay ningún libro que le pueda sustituir en importancia. Un árbol tan poderoso no deja que crezca ningún otro alrededor.

-¿Se ha superado la lectura literal de la Biblia, la de Adán y Eva, la manzana… o hay gente que aún cree en ello?

-Hay gente sencilla que aún cree en eso, que obviamente son mitos y leyendas, cuentos. En la Iglesia saben que todo eso es pura filfa. Pero es la palabra de Dios revelada y no van a tirar piedras contra su propio tejado, pero ellos saben que la Biblia es un artefacto literario en el que se han basado las religiones.

 

Poco humor en la Biblia

-¿Por qué hay tan pocas risas y tan poco humor en la Biblia?

-La Biblia, fundamentalmente, se hace en el entorno del rey Josías, en el siglo VII antes de Cristo. El Dios que se representaba entonces es el de la Edad del Hierro que es un Dios tonante, un Dios agresivo, que castiga… es un padre muy severo. Luego con el tiempo la cosa se va dulcificando hasta llegar al Dios de Jesús, que es un Dios de bondad.

-¿Cuál es el origen de la Biblia?

-Un Dios que en un principio era un Dios modesto comparado con los de alrededor, pacta con un pastor de ovejas y le promete la Tierra Prometida a cambio de que le adore en exclusiva. Esa es la idea básica. Luego ya está la putada de que la Tierra Prometida, Canaan (donde hoy se asientan Israel y Palestina) es la única parcela de Oriente Medio donde no hay petróleo… pero esa es otra cuestión.

«El Cantar de los cantares es un poema erótico con algunos tintes casi pornográficos»


-¿Quién la escribió?

-La Biblia no es un libro sino una biblioteca que se encuaderna en forma de libro. El canon de la Biblia católica tiene 73 libros… el de la protestante 66. Y podemos distinguir por lo menos a 40 autores, casi todos anónimos. Hay muchísimas manos. A veces hay lectura desabridas y otras que alcanzan unas cumbres literarias impresionantes, pasajes de franca belleza. Yo siempre recomiendo como poema de amor 'El Cantar de los cantares' porque cuando se desmenuza un poco es un poema erótico con algún tinte casi porno ¨[en el libro se habla incluso de 'cunnilingus'] que es una delicia.

El Prado y la Biblia

-¿Qué piensa de las enseñanzas de la Biblia?, ¿han envejecido mal o siguen vigentes?

-No podemos darle la espalda a Biblia porque forma nuestra cultura. Uno no puede entrar en El Prado o en cualquier otro museo europeo sin conocer algo de la Biblia porque no te enteras de la mitad de lo que estás viendo.

-¿Qué opina de las doctrinas bíblicas que transmite la Iglesia?

-Ellos obviamente toman la Biblia como un libro sagrado y la visión que dan de ella es muy sesgada, arrimando el ascua a su sardina y sin profundizar en las muchísimas incoherencias que hay y en los pasajes más crueles, con estupros, violaciones… La Iglesia lo que busca es la parte que le interesa y muchas veces cogiendo las cosas con papel de fumar para poder explicar y concordar ese Dios bueno de los Evangelios con el Dios terrible de los siglos anteriores.



-¿Ha aprendido algo leyendo la Biblia?

-Te da muchos mensajes útiles, hay libros sapienciales, los proverbios, el Eclesiastés… hay libros que te dan pequeñas píldoras de sabiduría que son muy interesantes. Yo he querido aplicar en el libro algunas de esas píldoras al mundo moderno y encajan perfectamente. Por ejemplo el autor del libro de los proverbios ya tuvo en cuenta a las petardas de la tele… te dice la clase de personas que son. Y encaja como un guante.

-Tenemos en la Biblia las plagas de Egipto y en el siglo XXI, la pandemia por la covid. Habrá gente que haga un paralelismo…

-En Egipto se dieron aquellas plagas míticas y en la antigüedad se dieron muchos casos de epidemias y pandemias, pero tendemos a olvidarnos de ellas. Como ya llegamos a la Luna, nos hemos creído los reyes del mambo, y la naturaleza ha venido a rebajarnos los humos.

-¿Cuál es la manzana del árbol prohibido de nuestro tiempo, nuestro pecado original?

-La soberbia. La sociedad moderna se ha ensoberbecido mucho.

-¿Y los políticos españoles se parecen más a Caín o Abel?

-Siempre ha habido una tendencia cainita en el pueblo español, sobre todo desde el siglo XIX se ha notado más esa oposición entre dos Españas, que espero se supere algún día si estos políticos descerebrados que intentar alentarla nos lo permiten.

 

-¿Qué le preguntaría a Dios?

-¿Por qué existe el mal? Si tú eres el Dios que nos quieren presentar en la Biblia, infinitamente bueno, infinitamente sabio… infinitamente omnipotente… ¿Por qué existe el mal en la Tierra, por qué nos jorobamos los unos a los otros, porque nos jorobas tú mismo…?

 

-¿Por qué nadie le preguntó a Lázaro cómo era el Mas Allá? No debía de haber periodistas en aquellos años…

-Jajajaja… lo de Lázaro ya sabemos que es imposible. Los muertos no resucitan. Ni Lázaro pudo resucitar ni Jesucristo tampoco, así dicho entre nosotros. Hubiese sido una buena pregunta, 'Oye tú que has estado en el otro lado del muro, explícanos lo que hay'. Es el fundamento de la religión, nos inventamos que hay algo para salir de la angustia de saber que uno se muere.

-Supongo que habrá una segunda parte, con el Nuevo Testamento contado para escépticos… ¿También cuestionará la resurrección?

-Todo es cuestionable, sobre todo las cosas que son imposibles como la resurrección de los muertos. Científicamente imposible.

-¿Y el papa Francisco… que diría de esto?

-Está al frente de una institución que tiene que vender su producto. Y su producto es la fe, que es creer sin ver las cosas, en cosas que no existen. La respeto, pero mi postura es racional. Se basa en la historia, en la arqueología, en la ciencia… para que podamos saber que la Biblia es un conjunto de leyendas sin base divina.

-Entre el escepticismo del que habla y el dogmatismo… ¿está la verdad?

-No, la verdad siempre está en el escepticismo, en el dogmatismo nunca.

-¿El Dios de nuestros antepasados es el mismo de nuestro tiempo o es nuestro concepto el que cambia?

-Dios es una invención humana. Nuestro concepto de Dios va cambiando porque el hombre va cambiando. Eso funciona así. El hombre primitivo adoraba la Luna y las estrellas porque pensaba que eran divinidades, pero ahora ya sabemos que son planetas, el espacio… en la medida en que avanza la ciencia retrocede la religión o retrocede la fe o las creencias. Ante esa incógnita de qué va a ser de nosotros cuando muramos, tienen que existir siempre asideros como las religiones para las personas que lo necesitan.